Alimentos para primavera

¡Llegó la primavera! Para muchos de nosotros (adultos y también niños), estas primeras semanas de la estación vienen con más cansancio de lo normal, podemos sentirnos más débiles o apáticos. Estos síntomas, conocidos como ‘Astenia primaveral’ son bastante frecuentes dado que nuestro organismo necesita adaptarse a los cambios de temperatura, luz y características ambientales específicas de la primavera. Hoy os dejamos algunas recomendaciones de alimentos propios de esta estación  para reforzar nuestra energía y la de nuestros peques.

– Frutas: fresas, cerezas, piña, pomelo o nísperos. Es una temporada estupenda para la fruta más apetecible, ¡aprovechad! Nos aportan antioxidantes, vitaminas (sobretodo del grupo C y A), minerales y azúcares naturales.

– Verduras: alcachofas, habas, espárragos, acelgas y la lechuga están más ricas y mejor de precio que en todo el año.

Aunque los siguientes alimentos no son concretamente ‘primaverales’, se recomiendan consumir porque también ayudan a combatir la astenia: legumbres (alto contenido en hierro y fibra), carnes y pescados ricos en Omega 3, calcio y vitaminas como el pescado azul, cordero, bacalao, pavo, etc.

Es conveniente que prestemos especial cuidado a la forma de cocinar: intentad no usar muchas salsas pesadas o mantequillas. Y atención a los alimentos prefabricados que nos restan energía (bollería industrial, golosinas, etc.).

¡Ñam, ñam! ¡Vamos a devorar esta primavera que seguro que llega deliciosa! 😉

¿Cuando y cómo empezar con la fruta y verdura a nuestros bebés?

Después de la leche (alrededor de los 6 meses), la fruta y la verdura es de los primeros alimentos que introducimos en la dieta de nuestros bebés. Algunos peques se acostumbran de forma sencilla y a otros les cuesta un poco más de tiempo (y de esfuerzo por parte de los papis!) adaptarse a ellos.

Por lo general, es más sencillo que admitan la fruta por su sabor dulce. Y con la verdura suele costar un poquito más.

Hemos de saber que casi desde el 4º mes de embarazo, nuestro bebé ya comienza a distinguir, a través del líquido amniotico, los sabores que nosotras comemos. Con lo cual, es más fácil que, si durante la gestación hemos ido comiendo de forma regular ciertas verduras, les resulte menos extraño ingerirlos por sí mismos luego.

Del mismo modo que con la fruta, las verduras que suelen comerse mejor, son las más dulces: zanahoria, batata, calabaza…

Otro truco para que se familiarice cada vez más con las verduras es la textura: al principio tritúrala lo máximo posible para que la textura les resulte agradable y sencilla de tragar. Poco a poco y según vaya admitiendo el puré, ves triturándolas cada vez menos para que empiece a acostumbrarse a texturas más gruesas.

Si los primeros días rechaza los purés, no os pongáis nerviosos. Los bebés detectan cualquier estado de ánimo de sus papis y relacionarán el ‘momento puré’ a algo desagradable y puede que le cueste más tiempo. Si no hay forma de que tome nada, guárdalo y al día siguiente o en la siguiente toma, inténtalo de nuevo. Como ya sabréis, toda distracción es de mucha ayuda: juguetitos, cantar canciones…

Recuerda que no es recomendable (ni necesario) añadir azúcar o sal a las papillas. La fruta y la verdura ya las contienen de forma natural y solo estaríamos acostumbrando el paladar de nuestro bebé a sabores demasiado dulces o demasiado salados.

Y sobretodo, no te preocupes si al principio no come más que un par de cucharadas. Seguramente tendrás que completar la toma con leche, ya que la cantidad que habrá ingerido será insuficiente. Lo importante es que de forma progresiva vaya comiendo cada día un poquito más hasta que ya no sea necesario darle leche.

¡Mucha paciencia que solo son unos días hasta que se acostumbren!