La frase ‘Me lo pido’ empieza a sonar ya con fuerza en todas las casas. ¿Os resulta familiar? Llega la época en la que nuestros niños son bombardeados con mensajes publicitarios de todo tipo de juguetes y juegos. Y es lógico que no sepan por cuál decidirse o en muchos casos que se decidan por todos.

Nosotros, los padres, debemos recordar que los regalos son una parte de la navidad, pero no la más importante. Hay muchas cosas que no aparecerán en los catálogos que nos llegan a casa: Cantar, estar con la familia, reír, compartir, decorar la casa, cenar juntos, hacer una manualidad, salir a pasear, tomar un chocolate, leer un cuento… ¿Y sabéis qué es lo que tenemos que pedir para todo esto? TIEMPO.

Educar a los peques sabiendo que no es más feliz el que más tiene, sino el que menos necesita es fundamental para que crezcan en solidaridad y generosidad y sepan valorar cada cosa. Cuando caemos en el exceso de regalos, les transmitimos valores negativos: avaricia, insatisfacción, inmadurez, superficialidad…

Sin duda, el regalo estrella que os recomendamos para estas navidades es vuestro tiempo.

Cocinemos a fuego lento una navidad mágica y veréis como los peques lo agradecen. ¡Y los papis también!