¿Cuando retirar el pañal?

Ahora que comienza a llegar el buen tiempo, muchos de vosotros os planteáis empezar a quitar el pañal a los peques. La verdad es que es más sencillo que en invierno: para poner lavadoras, por si se le escapa algún pis encima… mejor que sea de cara al calorcito, más cómodo para todos.

Soléis preguntarnos cuál es la mejor edad para dar el paso. La edad recomendada por lo general es alrededor de los 2 años, hasta llegar incluso a los 3 años. Pero lo importante aquí es el niño, y tenemos que ver que el niño este preparado y maduro para ello, de lo contrario, resultará un proceso muy frustrante para ambos.

¿ Y como lo sabemos?

Pues muy fácil, cuando él se note y diga que tiene caca en el pañal. Esta es una señal , para la retirada de pañal. El niño ya tiene conciencia de ello, y sobretodo, se siente incómodo, le resulta molesto. Una vez que vemos que el niño esta preparado, hacemos lo siguiente:

Hablamos con los papis y nos ponemos de acuerdo , para trabajar conjuntamente, ya que eso es esencial para que todo vaya bien. Hay diferentes maneras de trabajarlo, pero nuestro equipo, lo vemos mas adecuadode la siguiente manera:

Hacemos de lunes a viernes entrenamiento tanto en casa como en el cole, ellos continúan con el pañal y cada 30 minutos le sentamos en el orinal. Cuando llega el fin de semana, si el niño lo ha llevado bien, hacemos lo mismo sin el pañal puesto, aunque en la siesta, como por la noche seguirá usándolo hasta que lleve varias semanas seco cuando se despierte.

No siempre tiene que ir bien los primeros días, hay incluso niños que no quieren sentarse, si nos pasara esto con nuestros hijos, no hay que obligarles, igual él , no se siente preparado.

Lo importante es la paciencia y celebrar todos los logros que vayan consiguiendo: felicitadlo, que os escuche contárselo a alguien cercano como una cosa importante (abuela, ¿¡sabes que Pepito ha hecho pis en el orinal?!).

¡A POR ELLO!

Esther Puertes Ruiz, Tutora de la granja naranja.

Normas y límites desde pequeños.

  • ¿Por qué nuestros hijos los necesitan?
  • Aplicar límites a los niños sin acabar siendo el ogro del cuento.

En la última escuela para padres de Xicotets con nuestra psicopedagoga Encar Casas, hemos estado aprendiendo un poco más sobre la importancia de poner límites desde pequeños y por qué las normas les ayudan en su crecimiento y maduración personal: son necesarios para el desarrollo de las habilidades sociales, su autonomía y la capacidad de esfuerzo, responsabilidad y autodisciplina entre otras aptitudes emocionales.

Si no queremos adolescentes insatisfechos y algo tiranos, lo mejor es ayudarles a cumplir ciertas normas y tareas desde bien pequeños. Los límites y las normas deben adaptarse a la edad y a las capacidades de cada niño.

Como sabemos que a veces resulta difícil para los padres establecerlos sin sentirnos como los malos de la peli, os damos 3 claves para ayudar a vuestros hijos:

1. Firmeza. Lo más probable es que en ciertos momentos no esté dispuesto a cumplir la norma, ya que la tendencia es a hacer lo que en cada momento apetezca, por lo tanto, habrán llantos, pataletas o rabietas. Ante esto, mostrad seguridad. Si el niño percibe que esa norma no es importante como para cumplirla, el mensaje que recibe es que ninguna otra lo será. Tenemos que ser coherentes y consecuentes con lo que hayamos dicho.

2. Normas concretas: Según la edad, tienen la capacidad para entender las ordenes que reciben. No sirve de mucho decirle: ayuda en casa. Debemos ser concisos con mensajes del tipo: guarda tu babero en el cajón o deja el libro en su sitio. Tampoco entenderán algo tan abstracto como ‘sé generoso’ sino más bien: jugad juntos con los coches, pásale la pelota, etc.

3. En positivo. Normalmente, a las personas nos cuesta menos obedecer cuando recibimos un mensaje en afirmativo. Hay situaciones en las que nos alteramos y es difícil mantener la calma para hablarles en positivo, pero veréis que si cambiamos el ‘NO desordenes tu habitación’ por ‘Vamos a recoger juntos tus juguetes’, el peque lo acepta con mucha más naturalidad y os ahorráis una discusión.

Aunque muchas veces nos resulta más fácil suplir nosotros su tarea que hacerle obedecer, pensad que la rutina les ayuda a madurar y a sentirse valorado como miembro de la familia, ¡como un mayor!